Desafíos de la piel en la tercera edad: más frágil, seca y menos elástica.
La piel de las personas mayores enfrenta desafíos únicos, ya que con el paso de los años se vuelve más frágil, seca y menos elástica. Este fenómeno no solo incrementa el riesgo de lesiones, sino que también afecta la capacidad del cuerpo para regular la temperatura. Durante los meses de frío, es esencial prestar una atención especial para protegerla de los efectos adversos de las bajas temperaturas, el aire frío y la humedad.
Pérdida de grosor y receptores de temperatura: desafíos en la termorregulación.
A medida que envejecemos, la piel tiende a adelgazarse y pierde los receptores de temperatura, afectando la termorregulación corporal. Esto significa que las personas mayores pueden tener dificultades para distinguir si tienen frío o calor, lo que subraya la importancia de cuidados específicos durante el invierno.
El impacto del invierno en la piel: más delicada y propensa a problemas.
Durante la temporada invernal, la piel de las personas mayores se vuelve aún más delicada debido a la pérdida de colágeno y fibras elásticas. Este proceso resulta en piel seca, arrugada y propensa a la aparición de manchas. Para contrarrestar estos efectos, es crucial tomar medidas preventivas.
Medidas para garantizar la salud de la piel
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Favorecer la hidratación intensiva
Mantener la piel hidratada es clave. Se recomienda aplicar una generosa cantidad de crema hidratante y asegurarse de que la persona mayor consuma al menos dos litros de agua diarios. Este paso es esencial para contrarrestar la sequedad cutánea
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Alimentación equilibrada y rica en antioxidantes
Adoptar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y alimentos antioxidantes, es esencial para prevenir y retrasar el envejecimiento cutáneo. Aumentar la ingesta de líquidos mediante zumos, sopas y cremas contribuirá aún más a mantener la piel en óptimas condiciones.
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Asegurar una higiene rigurosa
La higiene diaria es crucial, especialmente en personas encamadas. Durante todo el año, pero particularmente en invierno, es esencial secar suavemente la piel, prestando especial atención a los pliegues cutáneos, para evitar la fricción que podría generar lesiones.
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Evitar exposiciones al frío extremo
Es recomendable evitar salir a la calle durante los momentos de más frío. Al salir, la persona mayor debe estar bien abrigada, protegiendo especialmente sus manos con guantes. Aprovechar las horas centrales del día, cuando las temperaturas son más suaves, minimiza el impacto del frío en la piel.
El aceite de oliva: el gran aliado
Todos nuestros jabones de cuidado personal tanto en pastilla como en líquido están saponificados en frío para conservar todas las propiedades hidratantes del aceite de oliva bío. Sin colorantes ni conservantes nocivos, sin siliconas ni derivados del petróleo. Nutren, cuidan y protegen tu piel todos los días.
La importancia de la hidratación continua
Aunque en invierno se reduce la sudoración, es fundamental mantener una hidratación adecuada a lo largo del día. Revisar regularmente el estado de la piel para detectar lesiones tempranas y brindar cuidados adicionales es una medida esencial. Poner un énfasis especial en el cuidado de la piel es una estrategia fundamental para prevenir enfermedades que puedan afectar la calidad de vida de las personas mayores bajo nuestro cuidado. ¡Cuidemos su piel para garantizar su bienestar!
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